“Vaya
pregunta estúpida...”,
estáreis diciendo, “...todos
sabemos que los carceleros son los guardias de la cárcel...” Pues
a cerca de eso venía a hablaros. Y no, probablemente no será una
entrada graciosa; pero os contaré unas cuantas cosas curiosas.
En
primer lugar, ¿sabíais que “cárcel”
y “prisión”
no son lo mismo? La palabra “cárcel”
hace referencia al edificio donde esperan condena los acusados de un
delito, por lo que se considera un centro de reclutamiento a corto
plazo. En cambio, “prisión”
debe su nombre al complejo donde los condenados por un juez cumplen
su pena. De todas formas, cabe añadir, que hay muuuuuuuchas
situaciones en las que pueden ejercer de sinónimos a la perfección.
¿Otro
dato curioso? El hecho de que los reclutados en la prisión se llamen
“prisioneros”
y los que estén en una cárcel se llamen “encarcelados”
y no “carceleros”.
La verdad es que ahí sí que no le encuentro explicación... Bueno,
¡mentira! Siempre podemos explicarlo con eso de que el hombre es un
lobo para el hombre. Vamos, que uno mismo puede ser el causante de
sus propios males...
Pero
bueno, que al fin y al cabo, esta entrada a parte de haceros saber
alguna cosilla que se nos suele escapar, no pretende otra cosa más
que recomendaros un peliculón: “Das
Experiment”:
La
película parte de un homenaje al experimento real que se llevó a
cabo en la universidad de Stanford, donde un grupo de psicólogos y
sociólogos querían medir las
conductas desarrolladas por el hombre dependiendo de los roles
sociales que desarrollaban: unos eran carceleros y los otros
encarcelados. Ni que decir cabe, que el experimento se les escapó de
las manos...
El
filme es una gran obra maestra del cine, de la psicología y de la
sociología. La representación de los hechos es bastante fiel a la
realidad y, en cualquier caso, mantiene al espectador en vilo durante
las 2 horas de duración.
¡No
os la podéis perder, piratas!
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