lunes, 1 de diciembre de 2014

El verdadero cuento de... LA BELLA DURMIENTE

La Bella Durmiente. Aquella pobre adolescente que, tal y como nos ha hecho creer Disney, cayó en la maldición de una bruja y se pinchó con una aguja mientras cosía al cumplir los 16, cayendo en un profundo sueño durante 100 años, estando bajo la guarda y custodia de 3 hadas un poco bastante peculiares. Como podéis imaginar, llega el príncipe de turno, para variar, le da un beso de película (nunca mejor dicho) y revive, final feliz, como no podía ser de otra forma.

El cuento real, creado por Basile, para empezar, no se llamaba así. El título era "Sol, Luna y Talía". Obvio, aquí la princesita no se llamaba Aurora, sino Talía. Y, además, no era princesa, era hija de un caballero. Lo de la maldición, en cambio, sí que es verdad. Solo cambia que no se pinchó cosiendo, sino con una espina envenenada.

Cuando cae en el profundo sueño, aparece un rey que intenta despertarla pero no lo consigue. Un rey casado, ¿eh? Que ese es un dato importante para lo que viene ahora. Pues bueno, resulta que el rey no estaba muy satisfecho sexualmente porque, pensando que la muchacha estaba muerta, la violó y se dio a la fuga. Nueve meses después, ella se despertó del sueño, oyó unos llantos y descubrió que había dado a luz a gemelos. A todo esto, se supone que ella se despierta porque uno de los bebés le arranca la espina al chuparle un dedo.


El rey se enteró de que había sido padre porque se lo dijo una hechicera y, entonces, fue al rescate de la bella durmiente y de los gemelos. Inocente de él, los llevó al castillo. Su esposa, en un ataque de celos, intentó matar a los bebés y dárselos de comer al monarca. La pillaron y la mataron, como era de esperar. Después de eso, Talía (más conocida como Aurora) se enamora del padre y salvador de sus hijos, olvidando que fue su violador, y se convierte en la nueva reina tras casarse con él. 

El resto ya lo sabéis: fueron felices y comieron perdices. O no...

0 comentarios:

Publicar un comentario

Twitter Facebook