lunes, 2 de junio de 2014

Con la boca abierta y los ojos cerrados

¡Sí, queridos grumetes, vuelven los misterios más intrigantes y cotidianos de nuestro mundo!
Y porqué no, hoy vamos a dedicar una entrada especial a todas esas mujeres que, presas de los cánones de belleza que impone esta corrompida sociedad, se maquillan hasta la saciedad.

“¿Por qué narices entreabren la boca para maquillarse los ojos?”

Ese es el gran enigma que hoy me dispongo a resolver. Para empezar, debéis saber que yo, aunque soy mujer (y sí, a veces me gusta maquillarme), no tengo el vicio de abrir la boca para ponerme ojos pintorescos. Hasta para eso soy rara.

Según diversos estudios (que corroboran que hay miles de científicos aburridos) más del 90% de las chicas que se maquillan tienden a poner boca de estar en el dentista para hacerse la raya de los ojos o pasarse la máscara por las pestañas.

A simple vista, y sin previo análisis, puede parecer que lo hacen como símbolo de concentración o para hallar cierto equilibrio entre las diferentes partes de su cuerpo que están interaccionando durante el maquillaje. Obviamente, eso es solo una primera conclusión muy poco convincente.



¿Lo bueno? Viene ahora.

El instinto animal que poseemos las personas es mucho más fuerte que la racionalidad humana que se supone que nos caracteriza como especie. Por eso mismo, cuando nuestro sistema detecta que algo afilado (lápiz de ojos, por ejemplo) se acerca al ojo (que es una zona extremadamente sensible) despliega un equipo de alerta en el rostro: entreabrir la boca o alzar las cejas, entre otros.

Además, como puede parecer evidente, este hecho facilita que la piel se estire y se tense, por lo que es más fácil esparcir el maquillaje y hacer que quede uniforme.

En fin, que el cuerpo es sabio. Y es que, si nunca te has sacado un ojo con el rímel, nunca te has maquillado.

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